Si bien técnicamente Isuzu no se había ido de la Argentina, bien podríamos decir que la presentación de la nueva generación de la pick-up mediana D-Max resulta una suerte de relanzamiento de la forma nipona en nuestro país, pese a que llega con varios años de retraso (se lanzó a nivel mundial en 2019).
Esta chata de una tonelada de carga llega importada desde Tailandia y equipa un motor 3.0 turbodiesel de 187 CV y 450 Nm, combinado con una caja automática de seis velocidades y tracción 4x4 desconectable, con reductora y bloqueo de diferencial trasero.
Al tratarse de un producto que ya lleva varios años en el mercado, lamentablemente llega muy desactualizado en términos de confort y seguridad. Viene en dos niveles de equipamiento (LS a 52.400 dólares y LSE a 53.900 dólares) que ofrecen de serie seis airbags pero no cuentan con ADAS (asistencias a la conducción) y el sistema multimedia ofrece una pantalla táctil de 9 pulgadas.
¿Crees que pueda tener éxito en la Argentina con esta configuración?
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